lunes, 31 de diciembre de 2012

Fin de año.

Se cierra 2012 y, para variar un poco, voy a ponerme algo plasta y emotivo. Y sí, digo voy, y digo digo, porque ésta es una reflexión pura y duramente mía, sin aderezos estéticos en tercera persona ni situaciones ficticias. 2012 ha sido, en líneas generales, un año bastante malo para la humanidad. Siendo un poco más específico y con el enfoque orientado a este cacho de tierra que me rodea, ha sido un año de mierda; privatizaciones sanitarias, recortes, mentiras y más mentiras de los políticos que nos desgobiernan, primas de riesgo, agencias de calificación y bonos basura.Deuda, deuda, deuda y más deuda. Crisis. Mayorías que se creen a pies juntillas todo lo que viene en los medios, bien masticadito y preparado para deglutirlo sin aplicarle ningún filtro crítico. ¿He dicho ya recortes? Y niebla. Muchísima niebla. Abandono este año 2012 con las semanas más neblinosas que recuerdo. No hay día que al mirar por la ventana no vea el tono gris lechoso de la niebla al otro lado de la ventana. Tal vez sea una sutil metáfora cósmica de lo que supone el comienzo del año que vendrá en unas pocas horas. La incertidumbre, el no saber qué espera a más de unos pocos metros (o días) de distancia. Creo que es una manera de afrontar el 2013 bastante generalizada en la sociedad, y si no lo es la verdad es que me da igual. Es la mía, que para eso estoy escribiendo, hala.

Pero es precisamente esta niebla la que me lleva al siguiente peldaño de mi particular despedida al funesto 2012. Recuerdo que hace exactamente un año me propuse muchas cosas para este año. He cumplido algunas, y creo que eran las importantes. Este año ha sido un año de introspección, de aprender a valorar a los que me rodean y de disfrutar mucho más las cosas realmente importantes de la vida. He aprendido mucho de vosotros, y aunque no voy a poner nombres, si llegáis a leer esto seguro que sabréis qué palabras son para cada uno. He aprendido a seguir luchando y saliendo a la calle cuando la situación parece perdida. Incluso cuando la gente te menosprecia porque prefieren seguir engañados. Nunca dejes de luchar, porque tu espíritu guerrillero es lo que me recuerda día a día que merece la pena luchar por tus principios. He aprendido también el auténtico significado de la amistad. De la amistad de verdad, la que perdura más allá de cercanías ocasionales y la búsqueda de compañía. Ser tu amigo y poder compartir contigo planes para el futuro, aunque ahora parezca algo lejano, me da fuerzas para seguir adelante cada día, chico Recio. Y no me voy a olvidar de tí. En un par de meses me has recordado todo lo que soy y que creía que ya no era. Saber que estás ahí, al otro lado, me anima a sonreír incluso en los momentos más complicados. En general, a cualquier persona que me haya concedido el regalo de su tiempo a la luz de un café, muchas gracias. Lo que aprendo de vosotros es lo que me hace mirar 2013 con optimismo.

Y sí, he dicho optimismo. Porque la verdad es que el mundo se puede ir a la mierda cuatro veces a la semana, pero saber que existís es lo que hace que quiera devolveros todo lo que me dais (muchas veces sin saberlo) multiplicado por 13.

Así que 2013, aquí te espero.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Elemental.

Intentó hacer memoria, pero no lo consiguió. Llevaba mucho tiempo vagando libre por el mundo, sin un rumbo fijo ni una meta concreta. Los lugares en los que había estado apenas ocupaban espacio en su memoria, puesto que solía pasar por ellos a gran velocidad y no se fijaba demasiado. Sus recuerdos de los tiempos pasados se resumían en tornados, ventiscas y huracanes, en vivir cuanto más rápido mejor. Al fin y al cabo, él era el viento, y la gente sólo parecía ser consciente de su existencia si soplaba fuerte.

No podía recordar. La mayoría de escenas que pasaban por su mente estaban borrosas, difuminadas por el tiempo y la distancia. Hoy aquí, mañana allí... los ecos de una vida demasiado agitada que, por suerte, había quedado atrás. Pero había algo que no quedaría atrás jamás. El Frío. El frío con mayúsculas. La sensación punzante y cortante que había experimentado tantas veces mientras vagaba por las calles, por los caminos o por los tejados. El frío de una existencia a medio gas, de la sensación de estar en un mundo demasiado grande.

Sin embargo, algo había llamado su atención no hacía demasiado: no parecía un día especial, sino uno como cualquier otro. Se encontraba flotando, aislado completamente del resto de seres del planeta cuando, en medio de la tarde, encontró una luz que brillaba más de lo normal. Curioso por naturaleza, se acercó a aquella luz, preparándose para huir en el momento que aquello se volviese peligroso. Sin embargo, lo que sus ojos vieron cuando se acercó a la luz, le dejó hipnotizado. Las llamas bailaban trazando en el aire hermosas formas y curvas, que parecían querer acariciar el techo del mundo. Los colores se fundían unos con otros en un complejo patrón rojo y anaranjado. Las sombras que proyectaba el fuego resultaban caprichosas y esquivas, e incluso le asustaron por un instante. El calor brotaba de aquellas llamaradas como una manta que le rodeaba por completo y le aislaba del mundo helado de alrededor. Con dudas, estiró una de sus aéreas manos para intentar sentir un poco más de aquél calor, y en ese momento el fuego le habló, lanzándole una advertencia.

-Ten cuidado: Si juegas con fuego, puedes quemarte...

Aquellas palabras le hicieron reflexionar por un instante. Él sabía lo que quería decir el fuego. Se había quemado muchas otras veces, como quedaba patente al ver las marcas de su cuerpo. Sin embargo, no tenía miedo a aquél calor. No tenía miedo a las llamas. Alargó un poco más la mano, y cuando el fuego acarició la punta de sus dedos, el viento hizo que las llamas brillasen más fuertes que nunca a su alrededor. En aquel preciso instante, el calor del fuego que hasta entonces le había rodeado, pasó a formar parte de él, como si llevase una pequeña estrella en el corazón y recibiese constantemente energía de ella. Este pensamiento le hizo estirar un poco más la mano, y el fuego se avivó aún más. Intentaba recordar, pero no lo conseguía. No era capaz de recordar si alguna vez había visto algo tan hermoso. Pero había algo que sabía a ciencia cierta:

Mientras el fuego quisiera, el viento nunca se apartaría de su lado.


viernes, 14 de diciembre de 2012

Nubes y medias sonrisas

Las líneas del libro empezaban a torcerse, haciendo imposible el estudio. Distraído, levantó los ojos y miró por la ventana. El paisaje se reducía a unos pocos metros cúbicos, limitado por la neblina y el agua. Probablemente, en ese preciso instante su habitación estaba siendo rodeada por una nube. Pensó en nubes y mariposas e instantáneamente recordó los primeros versos de una canción.

Al escucharla, en su cara se dibujó una media sonrisa.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Suer13 (another side, another story)

Toda historia tiene un lado oculto. Toda acción conlleva una reacción. Hasta el acto más insignificante puede tener consecuencias que no imaginamos... Las ideas pasaban por su mente mientras sus letras volvían de nuevo a la tercera persona, su favorita para contarle cosas sobre él en la distancia.Sus pensamientos parecían fluir en cursiva entre el río de letras rectas que poblaban sus páginas.

 El tiempo es relativo. Las horas pueden ser muy cortas paseando por la ciudad y muy largas sentado en una silla. Si aquella bolsa se hubiese roto a la primera, no me pasaría las tardes esquivando ficus. O plantas. O jardines en general. Mi brazo no tendría pequeños capilares rotos a tollinas. Probablemente, ni siquiera estaría escribiendo esto. Miraría por la ventana y no vería sitios por los que planificar una caminata por la sierra. Vería piedras, caminos y plantas. Todo fluye y se relaciona, se influye y se inhibe. Hasta una coma mal puesta puede hacer que alguien relea una línea para entenderla. Esas milésimas son la diferencia entre cruzar miradas y simplemente levantar los ojos del papel. Es tan complicado que todo confluya, que casi parece un milagro. Por eso no puedo creer en la mala suerte, pero sí en la buena. ¿Contradictorio? tal vez. Pero es así; la mala suerte no existe, no es más que el curso natural de acontecimientos que desembocan en algo neutro o malo, o que consideramos relativamente malo desde nuestra limitada percepción. Que haga frío en Invierno no es mala suerte, es natural. No encontrar un grano de arena concreto en la playa es lógico. Sentirse sólo en medio de 7.000 millones de personas es paradójico, pero comprensible dadas las infinitas posibles combinaciones de acontecimientos que te condicionan día a día, y que pueden hacerte sentir una gota en el océano. Pero la buena suerte es distinta. Existe, es un cambio brusco en contra de la entropía del universo. Es la excepción que confirma la regla. Es la aguja en el pajar que necesitabas para coser los retales de una vida algo harapienta. Es la armonía entre el caos. Es el señor borracho que cruza el semáforo en rojo y se para cuando está en verde. Es difícil, es la posibilidad entre el millón. El billón entre el trillón. La micra en el tejido del universo que cae justo en el campo de tu microscopio. La suerte es que tras tantos y a la vez tan pocos años, te hayas cruzado por delante. La buena suerte es que en tantos miles de años, hayamos coincidido en el tiempo. En el número y el día de la semana. Buena suerte es que mi personalidad irritante e infantil te resulte graciosa y te haga querer pasar más tiempo conmigo. Esa es mi buena suerte: mi suer13.

Podría pasarse horas pensando en su buena suerte. Pero por desgracia, tenía que aparcar sus pensamientos y estudiar. Pero estaba tranquilo: sabía que la Noche llegaría, y podría sentirse afortunado de nuevo. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Sus contradicciones favoritas

Respiró hondo mientras bajaba del coche. El aire helado de la noche de Diciembre entró en sus pulmones de golpe, mientras sentía cada milímetro de su árbol respiratorio temblar por culpa del frío. Fue pensar en el frío y en la noche, y comenzar a sucederse en su cabeza los recientes recuerdos del día que estaba tocando a su fin. Miró al cielo y vio las estrellas que no había podido ver un rato antes en la ciudad. El perfil de Orión se remarcaba encima de su casa, como cada año en esas fechas. Era una lástima que esa misma constelación desapareciese cada verano, cuando era en las noches estivales en las que pasaba más tiempo mirando al cielo nocturno. El hecho se le antojó contradictorio, y eso le gustó. Toda su vida había sentido una especial fascinación por lo contradictorio, por cómo una cosa podía ser dos opuestos en una sola esencia.

Empezó a pensar en sus contradicciones favoritas, y se dio cuenta que todas conducían a lo mismo; El calor que podían transmitir unas manos heladas. La risa que provocaba su cara más seria. Lo terriblemente malvada que le decía que era la Noche, por mucho bien que le estuviese haciendo sin saberlo. La buena suerte que le había hecho cruzarse con alguien también marcado por un día en teoría de mal fario. El poder sentirse despreocupado y alegre en una época de preocupación máxima. Lo oscuros que podían ser los días y lo luminosas que podían ser las noches si su estrella brillaba fuerte. La culpabilidad de saber que debería dejar marchar a su luz de luces, y el egoísmo de quedarse con ella aunque fuesen cinco minutos más. El tener que apartar la mirada de aquellos ojos oscuros cuando podría mirarlos horas y horas.  El deseo de que llegase una asignatura en la que se matriculó por descarte. El escribir para no bloquearse al hablar. Lo encantadores que resultaban ahora sus antes irritantes jardines de pensamiento. Lo cansado que podía sentirse tras dormir 10 horas y lo revitalizado que se sentía con apenas 5 de sueño. Los pasos atrás dados cuando lo único que deseaba era dar un paso al frente.

Se dio cuenta de que llevaba 13 contradicciones, y decidió parar. Seguramente, si pensaba un poco encontraría alguna más. Pero 13 era un número perfecto, y decidió que daba igual cuántas añadiese a la lista.

Aquellas eran sus 13 contradicciones favoritas.


Phantom

Era noche cerrada. Tenía que hacer algo de tiempo y no quería volver a abrir los libros hasta el día siguiente, así que decidió terminar de escribir algo que tenía a medias y así poder dar una sorpresa. Sin embargo, al entrar en su rincón semisecreto dedicado a las letras se dio cuenta de algo: había una mitad de su alias que estaba olvidando, y eso no podía ser. Recordó que, cuando tuvo que elegir un apodo con el que firmar sus líneas, escogió esas dos partes por algo.

Del mago Howl se quedó con la fantasía luminosa, con el alegre chiquillo que se comió una estrella y como consecuencia se quedó sin corazón. Pero hacía mucho que no recordaba su fantasma personal. Recordaba perfectamente cómo aquellas canciones le habían llegado tan hondo que le llevaron a adoptar como propia a la mitad del Fantasma de la Ópera, así que decidió reescuchar algunas de aquellas canciones para buscarles un nuevo significado.

No tuvo más que mirar el listado de canciones de la banda sonora para decidir qué canción iba a escuchar. No necesitó más que los casi 6 minutos de la canción para darse cuenta que su mitad fantasmagórica seguía más viva que nunca. Pero eso sí, con un nuevo sentido.

La Noche nueva música te da... 
 Las cosas a medio escribir tendrían que esperar otro día.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Letras

Era una tarde normal. Tan normal que resultaba extraña. Desde su ventana podía ver el cielo, de un azul tan intenso que hacía daño. De fondo, un frente de nubes que comenzaba a remontar la sierra, presagio de frío y días grises. En su escritorio, los mismos trastos de siempre. Un viejo monitor de ordenador que no tiraba "por si acaso un día lo utilizo para algo", un montón de papeles revueltos y su bonsai, aún no recuperado del todo de la helada accidental que sufrió. En sus oídos, sus auriculares favoritos, a través de los cuales sonaba la radio. Era una tarde normal, y a la vez no lo era.

No lo era porque sabía que alguien importante no estaba del todo bien. Su propia personalidad tontusa le hacía sentirse ligeramente inútil al no poder hacer nada. No aspiraba a ser una especie de superhéroe y resolver todos los problemas de los demás. Era plenamente consciente de que no había mucho que pudiese hacer sin parecer un poco entrometido, y eso le daba un poco de pena. Le daba pena porque quería ser capaz de compartir su alegría con quien en ese momento lo necesitaba. Quería ser capaz de ponerse una cucharilla manchada de muerte por chocolate en la nariz y esperar a que, al levantar la mirada, la persona al otro lado de la mesa no pudiese evitar una pequeña carcajada.

Conforme pensaba todo esto, se dio cuenta de que sí que había una cosa que podía hacer. Lo cierto es que era una de las pocas cosas hechas por él con las que se sentía a gusto. A veces, las letras tienen la capacidad de transportar los deseos a distancia y transmitirlos hasta su destinatario final. Otras, aunque no consigan transmitir del todo lo que el escritor quiere que transmitan, simplemente pueden entretener y abstraer al lector durante un breve instante, alejándole de la realidad por un momento. Así que abrió el ordenador y comenzó su pequeño ritual de escritura: se ajustó las gafas, se arremangó el viejo jersey que llevaba puesto, y miró fijamente al teclado del ordenador, mientras las pocas neuronas que le quedaban en forma trabajaban a toda máquina para ir deslizando las líneas de texto a través de sus manos. Sintió ese pequeño hormigueo en la nuca que sentía cada vez que tenía claro cómo quería que quedase lo escrito, y el resto fue casi automático...

"Era una tarde normal. Tan normal que resultaba extraña..."


viernes, 30 de noviembre de 2012

Alegría

Aquella mañana, no escuchó el despertador. Tampoco le despertaron los primeros rayos del sol entrando por la ventana, pues la persiana estaba completamente cerrada. El edredón estaba perfectamente ajustado a su cuerpo, de modo que tampoco fue el frío lo que le sacó del sueño. Mientras su cabeza y su cuerpo emprendían el lento camino que suponía para él estar despierto, una media sonrisa iba dibujándose en su cara. Siempre había defendido que la inspiración artística es un chispazo, un golpe instantáneo que convierte en llamas el combustible de la imaginación y lo va consumiendo poco a poco, siendo el resultado de la combustión variable en función de las reservas que hubiese en la cabeza del autor, de las circunstancias que lo rodearan en ese instante, y del tipo de chispa que iniciase la reacción.

Para él, la mayoría de sus chispazos habían venido en forma de momentos grises, de estados anímicos confusos que habían dado lugar a relatos oscuros, ficticios y complicados. El resultado había sido casi siempre una difusa esfera en la que sus vivencias, anhelos y extractos de canciones se entremezclaban para alumbrar pequeños relatos ambiguos. Su combustible, los sueños rotos. Sus circunstancias, los desengaños y desencuentros de etapas anteriores de su vida. La mayoría de los despertares de sus relatos correspondían a momentos de autoiluminación, de ser plenamente consciente de haber tomado las decisiones erróneas y pasar tiempo regodeándose en la autocompasión. Pero este despertar era diferente.

Esta vez, no le movía un sentimiento de melancolía sempiterna. Ese día daba igual lo gris que estuviese el cielo. No necesitaba ver el sol brillando para sentir su calidez, pues era plenamente consciente de que su estrella de la noche particular brillaba siempre con más fuerza que el astro rey. En esta ocasión, la chispa de la inspiración surgió como expresión del deseo de pintar una sonrisa, y los tanques de combustible estaban llenos de algún tipo de salsa mágica de la alegría. Así que sin salir de la cama, agarró el teléfono y sintetizó como pudo un pequeño texto. Lo repasó con sus ojos de aceituno y lo envió.

El día estaba increíblemente gris, pero sentía que nada iba a poder quitarle la sonrisa de la cara.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Respuestas

El otoño se sentía en cada rincón de la gran ciudad. Las aceras estaban llenas de hojas de tonalidades amarillentas y anaranjadas, y caminar entre tanta hoja muerta convertía el retorno al coche en un deporte de riesgo. Como dificultad extra, el peso de los libros en el brazo hacía complicado mantener el equilibrio en la calle cuesta abajo. Pese a lo titánico del esfuerzo, su marcha era un proceso semiautomático. Su cabeza estaba ocupada por otras cosas.

Quería escribir una pieza, y quería escribirla bien. A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez era algo escrito de frente, prácticamente cara a cara, o más bien pantalla a pantalla. En esta ocasión no servían las historias cruzadas o las referencias ambiguas. Tenía que volcar todo su corazón en el teclado, y mientras caminaba mirando al suelo, las palabras iban fluyendo caprichosamente en su cabeza, como los remolinos de hojas que se formaban tras los coches que pasaban por la calle.

Quería encontrar la manera perfecta de describir cada momento, de pintar con letras la profunda admiración que había despertado en su humilde inspiración cuando la conoció. Quería ser capaz de describir cómo, poco a poco, aquella simpatía inicial se había ido convirtiendo en algo que, por más que lo intentaba, no conseguía definir muy bien. Anhelaba poder explicar la extraña desazón que le provocaba cada despedida. Deseaba profundamente hacer hincapié en el misterioso mecanismo que le pintaba una sonrisa de oreja a oreja al verla aparecer entre la multitud. Esperaba poder transmitir lo maravilloso de todo el cortejo gestual que acompañaba a cada una de sus palabras. Quería, anhelaba, deseaba y esperaba encontrar las palabras adecuadas para poder decir todo aquello sin resultar demasiado bizchochístico.

Además, quería ser original; ya debía estar acostumbrada a que una legión de zagales, con mayor o menor acierto léxico, le enumerasen sus cualidades una y otra vez. Pero él quería hacer algo único. Quería dar tres pasos atrás y poder escribir sobre el conjunto. Hacerle comprender que lo más maravilloso de todo no era la suma de sus cosas buenas menos el sustrato de las malas. Lo más grandioso de todo era la manera en la que todo se mezclaba, potenciaba y salía a la superficie convertido en algo especial e indescriptible.

Pero por más que le pareciese indescriptible, tenía que encontrar el modo. Había dado su palabra y sabía que ya no era un reto sólo a su timidez, o a su increíble caos en el discurso. Era un reto al mismo tejido del lenguaje. Un desafío a la capacidad de un idioma para describir algo tan increíble.

Y de repente, y casi sin darse cuenta, encontró la respuesta. Una respuesta que, como las grandes respuestas de la vida, había estado en su cabeza todo ese tiempo. Así que se paró en seco, esbozó una media sonrisa, y mirando al poco estrellado cielo de la ciudad, le dijo al viento:

-Ella es, sencillamente, sublime.



Un remolino de aire y hojas pasó a su lado. Él comprendió que le daban la razón.



jueves, 22 de noviembre de 2012

Noche

La luz del día siempre le había parecido demasiado intensa. El calor, el ruido de la gente por la calle. Los coches circulando por calles y autopistas. El mundo se le antojaba demasiado bullicioso, demasiado agresivo. Llevaba demasiado tiempo huyendo de todo aquello, aislándose del ruido del mundo con sus auriculares y sus libros. Amaba la noche por encima de todo. El silencio, la tranquilidad. El frío como un cuchillo que le hacía ser consciente de cada centímetro de su piel en invierno. La temperatura templada que le hacía olvidar el calor asfixiante en verano. El cielo estrellado, de una belleza infinita e imposible de abarcar. La dulce melodía de las calles vacías.








Llevaba enamorado de la noche tanto tiempo, que se sorprendió cuando la encontró en medio del día. El sol brillaba con fuerza, pero su cabello sólo reflejaba tonos azabache. El cielo tenía un color intensamente azul, pero sus ojos se veían completamente negros.

El mundo estaba más ruidoso que nunca, pero si ella hablaba, todo lo demás quedaba en silencio.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Desafortunadamente afortunado

Se despertó como cualquier otro día. La luz entraba por su ventana, recordándole lo poco que había dormido. El tic-tac de su reloj sobre la mesa le hacía plenamente consciente del lento y calmado transcurso de cada segundo que pasaba. Lentamente, estiró su cuerpo y comprobó mentalmente que todo estaba bien, y que el dolor de cabeza era algo pasajero que cedería con el calor del primer café. Salió de la cama, agarró algo que ponerse y se dirigió a la cocina.
Como no podía ser de otra maner, tuvo que ceder a una de sus manías de bicho raro y ponerse los auriculares mientras desayunaba. La música y el café le llevaron a un plano diferente que le permitió reflexionar sobre su vida.
Por más que le daba vueltas, no encontraba la respuesta. Su innata tendencia a sobreanalizarlo todo estaba animando a sus neuronas a intentar atar cabos que probablemente deberían quedar desatados. No quería volver al autoengaño, a las falsas ilusiones. Se había jurado tiempo atrás que aquella parte de su personalidad estaba enterrada a dos metros de profundidad en alguna tierra lejana, y no iba a desenterrarla para volver a sufrir inútilmente. Pero había algo que resultaba cálido en todo aquello. Tal vez la misma sensación que experimentó el mago Howl cuando, años después, volvió a sentir el peso que suponía tener un corazón otra vez. Una pequeña gota de color que se iba filtrando y extendiendo entre toda aquella maquinaria agostada por el desuso y roída por el óxido de la amargura. Un incipiente optimismo limitado por el pesimismo y el creerse destinado a un nuevo fracaso.

Todos aquellos pensamientos se mezclaban con las melodías y la cafeína, despertando poco a poco al resto de neuronas de su cabeza y haciéndole sentir desafortunadamente afortunado.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Niebla

El reloj del coche marcaba las 2:00 de la mañana. Arrancó para encaminarse a casa, y mientras lo hacía, trazaba mentalmente el plano de las calles que le permitiría salir de allí cuanto antes. Cuando se quiso dar cuenta, estaba cruzando ese barrio que conocía tan bien. Cada rincón, cada callejuela, le lanzaban una ráfaga de recuerdos musicales que se completaron cuando al enfilar una pequeña avenida, recordó el primer día que le presentó cierto grupo musical a cierta persona. "Perdona, pero hoy no estoy de humor para grupos nuevos" o algo parecido fue la respuesta.

Su mal humor,
su estar mejor,
su pelo y su voz.












Mientras aquellos versos resonaban entre los cristales semiempañados, encontró la salida a la autopista y aceleró todo lo que le permitía el coche. Por el camino, encontró mucha más niebla de la que podía imaginar.

domingo, 4 de noviembre de 2012

No hay manera


Era una mañana gris en Madrid. Los acontecimientos de los últimos días le tenían en una inquietud contínua, y ahora necesitaba centrarse para escribir. Decidió poner un poco de música para intentar olvidarse de lo que le rodeaba, pero el aleatorio del reproductor le jugó una mala pasada.

La sensación de tener un gato en la tripa no le dejaba estar tranquilo, así que se separó del ordenador y decidió prepararse un café. La combinación del aroma del espresso con la música le transportó al pasado por un instante. A las tardes de cafeína y nicotina, a las noches de copas y risas. A los desayunos rodeado de gente desconocida.

Mientras las volutas de vapor que salían de la taza se perfilaban en el aire, empañando ligeramente el cristal de la ventana, cerró los ojos y trató de retener mentalmente aquella sensación que no volvería. El intento fue en vano, y se esfumó tan pronto como llegó.

lunes, 29 de octubre de 2012

Y ahora que el camino parte en dos...



Las miradas silenciosas. Los "qué pasa" sin respuesta. Las decenas de motivos por los que decir adiós.

Lo que queda atrás, y lo que vaya a ser
se merece más que una canción. 
Pero eso da igual, sé que te irá bien, 
y si no, ya sabes dónde estoy...


Vamos a brindar porque no sea un adiós
y que siempre nos espere algo mejor. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Sun

Era domingo. Abrió los ojos y el sol que se filtraba por los huecos de la persiana le animó a salir de la cama. Se puso algo de ropa y se asomó a la escena perfecta que era el paisaje desde su ventana. Encendió la radio y sintonizó su emisora favorita. En ese momento, empezaba una canción de America.

Well I tried to make it Sunday, but I got so damn depressed
That I set my sights on Monday and I got myself undressed 


Una canción que hablaba de domingos. Justo lo que necesitaba: rayos de sol en la cara y buenas guitarras en los oídos. Sin embargo, conforme avanzaba la canción, el domingo dejó de ser el tema principal.

Well, I keep on thinkin' 'bout you, Sister Golden Hair surprise
And I just can't live without you; can't you see it in my eyes? 

Now I been one poor correspondent, and I been too, too hard to find
But it doesn't mean you ain't been on my mind
 

Intentó no pensar en alguien de cabello dorado. Pero con tanto sol era imposible. 


viernes, 5 de octubre de 2012

Walk

To sacrifice but knowing to survive
The first to climb another state of mind
I'm on my knees, I'm praying for a sign


La radio le arrojaba aquellas palabras como si hubiesen sido escritas para él. Se miró al espejo y bajo las ojeras y la mirada apagada, descubrió que ya era demasiado tarde para seguir agarrándose a un clavo ardiendo que no quería agarrarse a él.

Así que se puso en pie, y caminó

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Ya me di por muerto

Miró la pantalla del portátil mientras comenzaba a sonar una canción. Se entristeció al pensar en los conciertos perdidos.

-¿Qué te pasa?

-Nada, hago este gesto a veces para relajar los ojos.

Una lágrima se volatilizó en un segundo.

viernes, 24 de agosto de 2012

You are

I could watch you for a lifetime, you're my favorite movie
A thousand endings, you mean everything to me
I never know what's coming, forever fascinated
Hope you don't stop running, to me 'cause I'll always be waiting


jueves, 23 de agosto de 2012

Lori Meyers

Miró por encima de la nube de humo del cenicero para enterrarse de nuevo en la profundidad de sus ojos castaños. No sabía la cantidad de minutos que podía pasarse contemplando esa silueta, difuminada por las volutas letales del cigarrillo que ella sostenía entre los dedos. Tampoco sabía los segundos que ella llevaba esperando una respuesta suya, pero debían ser los suficientes para que ella le interpelase.

-¿Vamos a ir o no?

Él salió de su pequeño trance y trató de conectar las últimas palabras que flotaban desordenadas por su memoria inmediata. Viendo que el resultado no era satisfactorio, aceptó su derrota y con su mejor media sonrisa y cara de no haber roto un plato, preguntó:

- Perdona, estaba atontado mirándote. ¿Dónde dices que vamos?

Leyó en el gesto que ella hizo el clásico "qué tonterías dices" que esbozaba cada vez que decía la verdad.

-No se ni por qué te lo pregunto, si nunca me escuchas. Te he dicho que hay un concierto de un grupo que me gusta, y que quiero ir.
-Sí, podríamos ir, claro. ¿Qué grupo es?
-Lori Meyers.


Esas palabras detonaron en su cabeza recuerdos lejanos, de su adolescencia, de cuando escuchaba música en verano, en la piscina, con un viejo discman marca Panasonic. Pero no conocía al grupo, así que le preguntó.

-Lori Meyers... ¿qué tipo de música hacen?
-Indie, ¿no escuchaste la canción que puse en mi blog?
-Lo intenté, pero no es mi estilo musical favorito.
-Lo imaginaba... somos musicalmente muy diferentes.
-En realidad no tanto. Ese grupo que te encanta probablemente sea un grupo de grandes fans de la música que yo escuchaba siendo chavalillo.

Ella arqueó la ceja, y se apoyó el codo del brazo que sujetaba el cigarrillo en la muñeca del brazo contrario, en un gesto que siempre le recordaba a Uma Thurman en Pulp Fiction. Ante la extrañeza de su mirada, él explicó:

-Lori Meyers es el nombre de una canción de NoFx, un grupo que junto a The Offspring y Green Day, reinventaron la escena del punk en California en el año 1994. Esa canción habla de cómo el cantante reconoce en una película porno a una de las actrices que resulta ser una amiga de su infancia, y del inútil intento de convencerla para que abandone esa vida.

Sabía que la había impresionado aunque fuese un poquito. Tenía que aprovechar la inercia del momento, así que se encendió un cigarrillo y concluyó.

-Así que claro que iremos a ver a Lori Meyers. Si les gusta la misma música que me gustaba a mí, tienen que ser agradables de oír al menos. Además, sabes que contigo iría a patinar descalzo encima de cuchillas de afeitar, si eso te hiciese feliz...

Ella salvó la distancia entre los asientos del coche y le dio un suave beso. Aún tenía en la boca el sabor de la última calada que le había dado al cigarrillo, y el suave roce de su boca hizo que se le acelerase el pulso. Mientras se separaba, y sonriendo ligeramente con los ojos, le miró fijamente.

-Qué tonterías dices...



miércoles, 22 de agosto de 2012

Summertime Sadness

I think I'll miss you forever
Like the stars miss the sun in the morning skies
Later's better than never
Even if you're gone I'm gonna drive, drive

domingo, 12 de agosto de 2012

Nervios

 
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year
 
Era la noche previa al gran día. Había conseguido domar sus miedos irracionales, pero seguía mirando el calendario con una ligera inquietud. Intentaba distraerse mirando a las estrellas, y a todas ellas les pedía el mismo deseo que sonaba en sus auriculares. 
 
Dejó que la melodía le llenara por dentro mientras medía los segundos en latidos, esperando que alguna estrella fugaz cumpliera su deseo.

lunes, 6 de agosto de 2012

Nada es imposible




Todavía podemos pedirnos perdón
y hacer de esta vida un invento mejor,
nada es imposible si rompes cadenas.
Todavía no es tarde para el corazón,
que puede elevarte a un nivel superior,
nada es imposible si orientas tus penas
al sol. 




jueves, 2 de agosto de 2012

miércoles, 1 de agosto de 2012

lunes, 30 de julio de 2012

El miedo sin fundamento

Sin base, sin un motivo concreto, sin un sustraro lógico. Un miedo absurdo e irracional frente a algo tan inofensivo como el caminar. A las cosas calladas, a las dichas sin sentirlas. A perderse las tardes sin hacer nada y los días sin tiempo para hacerlo todo. A no ver mas su cara, aunque fingiesen no verse.

Ese tipo de miedo era el que no le dejaba dormir.

sábado, 28 de julio de 2012

Summer Rain

Los truenos sonaban con fuerza, mientras el agua caía jarreando al otro lado del cristal. Abrió las ventanas y le vino a la cabeza una de sus canciones favoritas para días lluviosos.

Siempre le encantaría el gris.


viernes, 13 de julio de 2012

Heart newly born

  Heart newly born is always strong and brave

 Aquella melodía se había repetido durante el último día demasiado en su cabeza. La noche solitaria en una cama acompañado de aparatos no le había dejado descansar, y ahora, con un corazón nuevo en el pecho, sentía que un mundo nuevo se abría ante él. 

domingo, 8 de julio de 2012

No se si el fin, no se si el principio

Flying at the speed of light  
Thoughts were spinning in my head 
So many things were left unsaid  
It's hard to let you go...

Las nuevas noticias le habían dejado en un estado de inquietud constante. Todo podría ir estupendamente bien, pero también podría ir trágicamente mal. Pero tenía que dar ese salto de fe, así que se armó de valor, miró hacia el suelo, muy lejano desde su atalaya, y tomó aire. 

La caída sólo cesaría al volar o al estrellarse contra el suelo. 

¿Continuará?

martes, 3 de julio de 2012

ilógico

Lo peor de los resfriados en verano, es que te hacen sentir mas idiota de lo normal. Es el resultado de preguntarse a uno mismo cómo se ha podido coger frío con 30 grados en la calle. Al final va a ser cierto que por las noches refresca.

domingo, 24 de junio de 2012

Si te vienes conmigo



Viviremos pletóricos en cincuenta metros cuadrados, hipotecados o realquilados. O mejor, saltando, el que pudiendo quisiera, en zig-zag.

Inmoderados o moderados, o inmoderadamente moderados. O moderadamente inmoderados, o inmoderadamente inmoderados.


Mientras escuchaba aquellos versos, una perla cristalina resbalaba por su mejilla.  

sábado, 23 de junio de 2012

Formas.


"la esperanza tiene muchas formas"


Levantó la vista de la pantalla mientras aún resonaban aquellas palabras en su cabeza. No sabía por qué, pero intuía que le iban a ayudar en los días venideros...


viernes, 22 de junio de 2012

Junio

Las cálidas noches de Junio, siempre tan llenas de recuerdos, habían vuelto. Pero faltaba algo...

miércoles, 20 de junio de 2012

Tanto tiempo



El pelo se le metía en los ojos mientras conducía. El aire caliente golpeaba contra las gafas de sol mientras volvía a casa. En la radio, una vieja canción.

martes, 19 de junio de 2012

Bip

Abrió los ojos. Tardó cinco segundos en recordar dónde estaba, y otros tres en sentir los parches en su piel. El "bipbip" de las máquinas le devolvió a la realidad. Alargó la mano hasta la pequeña mesilla para mirar el teléfono. Pronto. Aún era muy pronto y faltaba un buen rato para que alguien pasara por allí. La pantalla del teléfono plasmaba la ausencia de novedades. En aquella cama, cada instante parecía eternizarse caprichosamente, convirtiendo un segundo en una hora, un pensamiento fugaz en un proceso lógico completo, y una simple frase breve en una oración compleja, recargada y redundante. Se colocó los auriculares para intentar camuflar los sonidos de ambiente. "Bip... Bip..." la monótona cadencia del ritmo parecía acompasarse a la canción que sonaba en sus auriculares. Le resultaba extrañamente reconfortante, de modo que cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía.

sábado, 16 de junio de 2012

Retorno

Los últimos días habían estado repletos de acontecimientos extraordinarios. Unos buenos, otros malos, pero todos habían contribuído a alejarle de la línea temporal de su realidad. Sin embargo, una vez pasada la tempestad, la vuelta a la melancólica realidad había sido casi instantánea. Una vez más, cierta melodía le acompañó en la suave transición.

jueves, 14 de junio de 2012

.




Era un día triste. Cuando alguien cercano nos deja, ni el sol más brillante calienta.

miércoles, 13 de junio de 2012

Noche

Aquella noche estuvo llena de sonidos. De voces llenando su cabeza de recuerdos mientras el teléfono ardía en su oreja. Ahora el techo le miraba mientras era incapaz de dormir, y escuchó una vez más una canción de Utada Hikaru que había marcado sus años de adolescencia y que ahora cobraba un nuevo sentido.

Lentamente el sueño le fue conquistando

sábado, 9 de junio de 2012

Poda (3)








(Chac)

Con un suave chasquido, la rama se separó del árbol. Ahora solo quedaba esperar.

domingo, 3 de junio de 2012

Poda (2)



Tras tomarse un café y dejar el bonsai en la ventana, siguió pensando en cómo  meterle mano al futuro del arbolito. Se sentó y se puso el podcast de un programa de radio que no había podido escuchar la noche anterior. Como invitados, un grupo que conocía de sobra cantando una canción que había escuchado ya. Le hizo pensar y mirar por la ventana. Nunca se le dieron bien los meses de Abril.

La poda tendría que esperar un poco más.

Poda (1)





I'd rather be all alone 
Anywhere on my own cause I can see
The very worst part of you is me

Las hojas del bonsai formaban un pequeño lecho mientras las iba retirando lentamente. Miraba las ramas mientras se preguntaba cómo quedaría mejor. Había llegado el momento de tomar una decisión importante, y dependiendo de la rama que eligiese cortar, aquél arbolito tendría una forma u otra en el futuro. Por más que intentaba decidirlo, no conseguía decidirse.

La música tampoco ayudaba. Necesitaba aclarar la cabeza porque no quería tomar una decisión así a la ligera. No quería estropear algo en lo que había invertido tiempo y esfuerzo por una mala decisión. No quería arrepentirse después de haber cortado algo que no estaba seguro de haber querido cortar. En aquél instante, Chester comenzó a gritarle al oído lo que llevaba tanto tiempo sospechando: una rama que se corta, no puede volver a pegarse.

Dio un paso atrás, miró el bonsai y dejó las herramientas. Tal vez su cabeza había forjado lentamente un sutil miedo a tomar decisiones mutilantes, y en situaciones como la poda del bonsai, salían a flote. Decidió esperar unos días, tal vez a la espera de alguna señal cósmica que orientase sus futuros actos...


Continuará

jueves, 31 de mayo de 2012

Olvido

  Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos.

 Los gritos de los niños en la calle le apremiaban a cerrar la ventana. El calor le suplicaba que la dejase abierta. La música cobraba vida y perfilaba colores mientras comenzaba a sonar en los auriculares. Cerró los ojos y dejó volar su memoria. Se intentó visualizar a la misma altura de años anteriores, y descubrió con cierta extrañeza que el recuerdo de aquellas épocas ya no le causaba aquella melancolía urente. Por primera vez en mucho tiempo, el futuro parecía algo más que un ideal intangible. Pero no podría dar el siguiente paso mientras siguiese atado por la misma cuerda.

Recordó que hacía mucho tiempo que no intentaba tirar de aquella cuerda. Sintiéndose extraño, siguió el imaginario recorrido de aquella invisible atadura, y pudo comprobar que en el lugar en el que antes había algo haciendo fuerza, ahora no había nada salvo el cabo de una soga que no existía. Y lo que le sorprendió fue el ser consciente de que no sentía nada al respecto. Así que cerró la puerta, abrió la ventana de par en par, y dejó entrar la cálida bofetada del verano.

domingo, 27 de mayo de 2012

with you


Now I'm trapped in this memory
And I'm left in the wake of the mistake slow to react
Even though you're close to me
You're still so distant and I can't bring you back


Los primeros rayos de sol le arañaron los párpados, indicando que era un buen momento para salir de la cama y comenzar un nuevo día. Lentamente, el recuerdo de los sueños que le habían mantenido en movimiento toda la noche se hizo vívido, y paladeó los buenos momentos pese a lo volátil de su esencia. Semanas antes había leído que, al parecer, las personas que aparecen en los sueños están en realidad añorando al soñador. La idea pasó por su cabeza como en uno de esos paneles de letras rojas en los que sale la cotización de la bolsa, y se evaporó con la misma velocidad con la que había aparecido. Se puso en pie y agarró torpemente los auriculares, aún medio dormido.

La última canción que había escuchado antes de acostarse aún estaba a medias, así que decidió volver a escucharla desde el principio. Llevaba muchos años escuchando ese disco, y con los años había aprendido a descubrir nuevos significados a las letras. Mientras las palabras y los acordes formaban remolinos en su mente, desbloqueó un nuevo enfoque para una de sus canciones.
La simple idea le dibujó media sonrisa en la cara. Nunca se cansaría de encontrar nuevos matices en la música.

sábado, 19 de mayo de 2012

Amnesia

La cabeza le daba vueltas. No sabía muy bien por qué. Tal vez el exceso de cafeína, o tal vez los nervios. Tal vez la nicotina, o el calor asfixiante. Las letras y los esquemas bailaban mientras un número desconocido llamaba una y otra vez. Se sintió como Daniel, el protagonista de Amnesia: confuso, desorientado. Había pasado demasiado tiempo lejos de una fuente de luz y su cordura estaba al mínimo. No le quedaba aceite en el farol y el láudano se terminó hace tiempo. Y aún quedaba lo peor. En ese edificio pequeño y lleno de esquinas, mirar a uno de los seres acabaría con la poca cordura que le quedaba.


 Y simplemente, sucedió. Comenzó a escuchar por los auriculares una de esas canciones que el modo aleatorio sincronizaba a veces con su estado de ánimo.






miércoles, 18 de abril de 2012

domingo, 15 de abril de 2012

Free Falling





I wanna write her name in the sky
Gonna free fall out into nothin
Gonna leave this world for a while


Los últimos acordes de la canción dibujaban ondas de sonido en el dormitorio. El vendaval de la ventana le hacía pensar en el viento, siempre caprichoso, que podía despejar un día nublado del mismo modo que podía encapotar la más soleada de las primaveras.

lunes, 9 de abril de 2012

Respuestas

Había abierto los ojos bañado en esa extraña desazón que últimamente le rondaba la cabeza. El eterno debate entre el tijeretazo o la reanimación cardiopulmonar. Así que se puso a buscar respuestas en las canciones, y encontró una.



El adiós era la única alternativa. Así que se levantó de la silla, abrió la ventana, y miró al inmenso mundo que se abría ante sus ojos. Cogió aire y en silencio, se dijo mentalmente:

"Hoy empieza todo"

domingo, 8 de abril de 2012

Your secrets keep you sick, your lies keep you alive





I heard a knock upon my door the other day
I opened it to find death staring in my face
the feel of mortal stalking still reverberates
everywhere I go I drag this coffin just in case

My body's tremblin' sends shivers down my spine
adrenaline kicks and shifts into overdrive,
your secrets keep you sick your lies keep you alive
snake eyes every single time you roll with crooked dice
I felt the darkness as it tried to pull me down
the kind of dark that haunts a hundred year old house
I wrestled with my thoughts, I shook the hand of doubt
running from my past i'm praying feet don't fail me now!

I've lost my god damn mind,
it happens all the time,
I cant believe I'm actually
meant to be here,
trying to consume,
the drug in me is you
and I'm so high on misery
cant you see!

I got these questions always running through my head
so many things that I would like to understand
if we are born to die and we all die to live
then whats the point of living life if it just contradicts?

I felt the darkness as it tried to pull me down
the kind of dark that haunts a hundred year old house
I wrestled with my thoughts, I shook the hand of doubt
running from my past i'm praying feet don't fail me now!

I've lost my god damn mind
it happens all the time
I cant believe I'm actually
meant to be here
trying to consume,
the drug in me is you
and I'm so high on misery
cant you see!

I've lost
myself
you tried to reach me but you just cant help me
so long
goodbye
you tried to save me it wont work this time!

cause now

I've lost my fucking mind
and there's no fucking time
I can't believe I'm actually
meant to be here
trying to consume,
the drug in me is you
and I'm so high on misery
can't you see?

Can't you see?

martes, 3 de abril de 2012

Chapuzas

Un último giro. Era todo lo que faltaba para que el tornillo ajustase perfectamente la pieza de plástico y la reparación estaría hecha. La tapa volvería a tapar el armazón metálico y sucio para embellecerlo y hacer el habitáculo algo menos hostil. Comprobó una vez más que todo encajaba y se dio por satisfecho. No sabía calibrar muy bien la complejidad de lo que había hecho, probablemente algo insustancial para alguien que fuese familiar con ello, pero había conseguido arreglar un mecanismo de cierre que, hasta unas pocas horas antes, desconocía por completo, y eso le hacía sentirse un poco orgulloso por su minúscula gesta. Había tenido que desmontar, revisar, ir a una tienda y pedir la pieza. Cambiarla, asegurarse de que todo funcionaba correctamente, y volver a cerrar. Nada del otro mundo, pero le hizoreflexionar por un momento.

Le hizo pensar en todas las otras cosas que no sabía si podría arreglar. Porque no todo en este mundo se soluciona desmontando, comprando y recambiando. Las manchas del óxido sobre el metal seguirían estando allí, aunque un plástico las tapara. Y aunque el resto del mundo no las viese, él sabría siempre que allí estaban, y que ese mecanismo que parecía impecable, en completa armonía con el resto, sin desentonar ni un ápice, en realidad estuvo roto y fue sustituido por algo nuevo, ajeno a lo original.

Se pasó la mano por la frente para quitarse el pelo de la cara, y vio que la tenía llena de grasa. Lo más probable era que su cara estuviese negra también. Masculló una maldición y decidió limpiarse. Sus auriculares le lanzaron una de esas melodías que le hacían recordar las cosas rotas del mundo.



Subió el volumen y dejó su mente vagar, intentando no recordar que, debajo de todos aquellos plásticos y tapizados, había un gran agujero dejado por el óxido.

martes, 27 de marzo de 2012

Goodbye

"Odio la lluvia. En este mundo también llueve. Tu confusión cubre el cielo de nubes. Tu tristeza hace llover, y yo no puedo soportarlo. Me pregunto si puedes entender la soledad que se experimenta en este mundo cuando llueve. Te daré todo el poder que poseo, con tal de detener la lluvia. Sin confías en mí...no permitiré que vuelva a llover jamás."


sábado, 24 de marzo de 2012

Migrañas

Llevaba dos días sin ser él mismo. Las migrañas convertían el mundo que le rodeaba en un lugar difuso, sin bordes definidos y en el que había demasiado ruido, demasiada luz y demasiada gente. El estudio se convertía en una tarea casi titánica, y más aún cuando debía mantener la vista en los papeles porque sabía que si la levantaba, empezarían a sonar canciones en su cabeza. "No estoy para estos trotes" pensó en voz baja. Sin previo aviso, su jersey amagó con caerse y tuvo que levantar la mirada del papel. Automáticamente comenzó a escuchar canciones.



El dolor se hizo punzante. Todo se volvió borroso y volvió a mirar a la mesa.

jueves, 22 de marzo de 2012

Caraluna

Entró a la sala como otras muchas mañanas. Los minutos pasaban mientras la música sonaba ajena a las voluntades de los que le rodeaban. De repente, una canción que creía olvidada empezó a sonar.



Esbozó una sonrisa que quedó tapada por la mascarilla, y siguió mirando a la mesa.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Don't change

I found a love I had lost
It was gone for too long
Hear no evil in all directions
Execution of bitterness
Message received loud and clear

Don't change for you
Don't change a thing for me

martes, 13 de marzo de 2012

everybody

Le asaltaban recuerdos de épocas pasadas, de vidas que no vivió. De humo de tabaco y bebidas alcohólicas en vasos de cristal grueso. De un pequeño escenario y gente trajeada. Y lo peor no eran las visiones, sino que la banda sonora era perfecta.

domingo, 11 de marzo de 2012

Domingos

Abrió los ojos. El cuerpo le ardía de la fatiga de la noche anterior, y cuando intentó incorporarse el cuello le dolió demasiado. Las imágenes de los últimos días pasaron ante sus ojos demasiado rápido, mientras dejaba caer la cabeza contra la almohada de nuevo. Decidió poner música para empezar la mañana animado y el aleatorio de su reproductor escogió una hermosa canción de domingo por la mañana.



Mientras la escuchaba, esbozó una sonrisa. Era extraño, pero el cuello ya no le dolía tanto.

jueves, 8 de marzo de 2012

sábado, 3 de marzo de 2012

lunes, 27 de febrero de 2012

Hambre

Aspiró hondo. El humo que escapaba de sus pulmones ascendía hacia el negro cielo nocturno, adoptando formas caprichosas mientras se alejaba de su boca. La luz de una farola teñía de naranja las calles grises, y su ropa negra le ayudaba a sentirse parte de ese mundo de tinieblas. Tenía hambre, pero no de la que se calma comiendo.

Tenía ese tipo de hambre que le despertaba por las noches, inquieto y angustiado. Una sensación de desasosiego por lo negro de las perspectivas, por el distorsionado blanco de un pasado que creía mejor y por el gris de la situación actual. Quería comer, pero no con la boca. Quería masticar las oportunidades, deglutir los éxitos y digerir los fracasos. Cualquier cosa sabría mejor que ver el plato de las perspectivas vacío.

Pero esa noche no ocurriría. Apuró el cigarrillo y continuó caminando. Porque, al fin y al cabo, ir hacia el frente era lo único que había sabido hacer desde siempre.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Regalos

La vio alejarse, mientras el regalo escondido en el maletero parecía dar golpes por salir. Se quedó mirando al vacío durante quince minutos, sin saber muy bien qué hacer. Al final, se hizo uno con la noche y se marchó.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Momento de reflexión

Tomo una botella de vino
y voy a beberla entre los árboles.
Siempre somos tres, contando a mi sombra
y a mi amiga, la resplandeciente luna.

Por suerte, la Luna nada sabe de beber
y mi sombra nunca está sedienta.

Cuando canto, la Luna me escucha, en silencio.
Cuando bailo, mi sombra baila también.

Al fin de cada fiesta, los invitados deben despedirse.
Yo desconozco este pesar.
Cuando vuelvo a casa, la Luna vuelve conmigo,
y mi sombra
me sigue

sábado, 28 de enero de 2012

you are not alone






Just reach out your hand [and] I will pull you through,
[And] at the other end I'll be waiting there for you.
You are not alone; you are not alone.
If there's anything that I can do.

When there's nothing left but tears and emptiness
And the way you feel has never been so cold
You will find a way to fight another day
And though you know the weather will be fine
For you

Just reach out ...

When things settle down, you get back on your feet
You know that only the strong survive
You will face the day in that same old way
Don't you know the weather will be fine
For you

Just reach out ...

viernes, 27 de enero de 2012

All my little words

Se dio cuenta por fin de que todo daba igual. De que el resultado no cambiaría hasta que él quisiera que cambiase.



Al menos la música le ayudaba a dormir.

sábado, 7 de enero de 2012

Fact Fiction










Imagine a world without me - say you're falling apart
Let's pretend you've missed me for a while
Wouldn't you say you were lonely and love was breaking your heart?
Put on your Sunday best and fake a smile

I dream of dreaming dreams of her - in twilight she's a constant blur
The picture is clear and I'm still fact she's fiction

Remember the night you were with me - fell asleep by my side
Strangers together - your hand in mine
How come we never came closer when all the stars were aligned?
I thought we had a moment

I dream of dreaming dreams of her - in twilight she's a constant blur
The picture is clear and I'm still fact she's fiction
I seem to miss the missing part, she's still my favorite work of art
The picture is clear and I'm still fact she's fiction

Nothing has changed cause I'm still fact - she's fiction
Or I may be imperfectly formed in this contradiction

I dream of dreaming dreams of her - in twilight she's a constant blur
The picture is clear cause I'm still fact she's fiction

I fell in love with her longing - let's just say that she never found out
Who it was she never found in me