Había abierto los ojos bañado en esa extraña desazón que últimamente le rondaba la cabeza. El eterno debate entre el tijeretazo o la reanimación cardiopulmonar. Así que se puso a buscar respuestas en las canciones, y encontró una.
El adiós era la única alternativa. Así que se levantó de la silla, abrió la ventana, y miró al inmenso mundo que se abría ante sus ojos. Cogió aire y en silencio, se dijo mentalmente:
"Hoy empieza todo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario