domingo, 11 de marzo de 2012

Domingos

Abrió los ojos. El cuerpo le ardía de la fatiga de la noche anterior, y cuando intentó incorporarse el cuello le dolió demasiado. Las imágenes de los últimos días pasaron ante sus ojos demasiado rápido, mientras dejaba caer la cabeza contra la almohada de nuevo. Decidió poner música para empezar la mañana animado y el aleatorio de su reproductor escogió una hermosa canción de domingo por la mañana.



Mientras la escuchaba, esbozó una sonrisa. Era extraño, pero el cuello ya no le dolía tanto.

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