jueves, 22 de marzo de 2012

Caraluna

Entró a la sala como otras muchas mañanas. Los minutos pasaban mientras la música sonaba ajena a las voluntades de los que le rodeaban. De repente, una canción que creía olvidada empezó a sonar.



Esbozó una sonrisa que quedó tapada por la mascarilla, y siguió mirando a la mesa.

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