martes, 19 de junio de 2012

Bip

Abrió los ojos. Tardó cinco segundos en recordar dónde estaba, y otros tres en sentir los parches en su piel. El "bipbip" de las máquinas le devolvió a la realidad. Alargó la mano hasta la pequeña mesilla para mirar el teléfono. Pronto. Aún era muy pronto y faltaba un buen rato para que alguien pasara por allí. La pantalla del teléfono plasmaba la ausencia de novedades. En aquella cama, cada instante parecía eternizarse caprichosamente, convirtiendo un segundo en una hora, un pensamiento fugaz en un proceso lógico completo, y una simple frase breve en una oración compleja, recargada y redundante. Se colocó los auriculares para intentar camuflar los sonidos de ambiente. "Bip... Bip..." la monótona cadencia del ritmo parecía acompasarse a la canción que sonaba en sus auriculares. Le resultaba extrañamente reconfortante, de modo que cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía.

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