Era domingo. Abrió los ojos y el sol que se filtraba por los huecos de la persiana le animó a salir de la cama. Se puso algo de ropa y se asomó a la escena perfecta que era el paisaje desde su ventana. Encendió la radio y sintonizó su emisora favorita. En ese momento, empezaba una canción de America.
Well I tried to make it Sunday, but I got so damn depressed That I set my sights on Monday and I got myself undressed
Una canción que hablaba de domingos. Justo lo que necesitaba: rayos de sol en la cara y buenas guitarras en los oídos. Sin embargo, conforme avanzaba la canción, el domingo dejó de ser el tema principal.
Well, I keep on thinkin' 'bout you, Sister Golden Hair surprise And I just can't live without you; can't you see it in my eyes? Now I been one poor correspondent, and I been too, too hard to find But it doesn't mean you ain't been on my mind
Intentó no pensar en alguien de cabello dorado. Pero con tanto sol era imposible.
To sacrifice but knowing to survive The first to climb another state of mind
I'm on my knees, I'm praying for a sign
La radio le arrojaba aquellas palabras como si hubiesen sido escritas para él. Se miró al espejo y bajo las ojeras y la mirada apagada, descubrió que ya era demasiado tarde para seguir agarrándose a un clavo ardiendo que no quería agarrarse a él.