Sin base, sin un motivo concreto, sin un sustraro lógico. Un miedo absurdo e irracional frente a algo tan inofensivo como el caminar. A las cosas calladas, a las dichas sin sentirlas. A perderse las tardes sin hacer nada y los días sin tiempo para hacerlo todo. A no ver mas su cara, aunque fingiesen no verse.
Ese tipo de miedo era el que no le dejaba dormir.
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